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  • Un repaso a la evolución de los instrumentos y de la orquesta con la Orquesta Metropolitana de Madrid y las explicaciones de su directora Silvia Sanz.
  • Con ejemplos musicales de compositores clave en la Historia de la Música y la interpretación de la Guía de orquesta para jóvenes de Benjamin Britten

Ciclo Batuta. Concierto 1: La orquesta y sus instrumentos – Sábado 25 de noviembre de 2023, 19:30. Auditorio Nacional de Música, Sala de Cámara – Programa. Prrimera parte:  ejemplos musicales comentados de Monteverdi, Lully, Bach, Mozart, Beethoven, Chaikovski, Rimski-Kórsakov, Ravel, Gershwin… Segunda parte: Guía de orquesta para jóvenes.Variaciones y fuga sobre un tema de Purcell.

En la Sala de Cámara

Volvió el Ciclo Batuta del Grupo Talía al Auditorio Nacional con el concierto La orquesta y sus instrumentos y un nuevo emplazamiento: la Sala de Cámara. Más reducida que la Sinfónica, podría decirse que los intérpretes y el público se ven las caras y para las características de este ciclo, mucho mejor: una estupenda acústica, buena visibilidad y, sobre todo cercanía, tan necesaria en este tipo de conciertos en los que la directora de orquesta Silvia Sanz, al frente de la Orquesta Metropolitana de Madrid, toma la palabra para explicar, desentrañar, descubrir…, en definitiva, para acercar las interioridades de la música clásica a los espectadores. Pero esa cercanía ya se produjo antes de entrar. Varios profesores de la Orquesta Metropolitana, con sus respectivos instrumentos, recibieron al público dispuestos a satisfacer la curiosidad de pequeños y grandes.

La orquesta y sus instrumentos

El primer concierto estuvo dedicado a la orquesta y sus instrumentos y como obra completa y principal incluía en la segunda parte la famosa Guía de orquesta para jóvenes de Benjamin Britten. La primera parte estuvo dedicada a la evolución de los conjuntos instrumentales y de la orquesta desde el Renacimiento hasta hoy. Con muchos ejemplos musicales, unos más breves y otros más amplios, incluso alguna pieza completa, Silvia Sanz explicó el papel de los instrumentos en la orquesta, las relaciones entre ellos y cómo y cuándo se fueron incorporando al conjunto orquestal.

Para empezar, algunas presentaciones

El concierto se inició solo con ritmo. Solo había percusionistas en el escenario. Silvia Sanz salió entonces para explicar que los instrumentos de percusión conforman “una familia que ha existido desde el principio de los tiempos” y, que, además, siempre se ha llevado bien con el resto de las familias. A continuación, aparecieron los instrumentistas de viento madera. Cada uno de ellos interpretó un pequeño solo asociado a un carácter o estado de ánimo: soñadora, la flauta; melancólico, el oboe; agitado, el clarinete; paciente, el fagot.

Los primeros conjuntos instrumentales

Entre presentación y presentación, Silvia Sanz alternó ejemplos musicales con explicaciones sobre cómo fueron los primeros conjuntos instrumentales. Se interpretó entonces Folía, composición de Alejandro Vivas que evoca las antiguas danzas cortesanas. Salieron a continuación a escena los instrumentos de viento metal y hubo nuevas presentaciones (trompeta, trompa, trombón y tuba), esta vez desde un lugar elevado, a ambos lados del órgano de la Sala de Cámara: trompeta, trompa, trombón y tuba. Desde allí sonó la famosa fanfarria que da comienzo a L’Orfeo de C. Monteverdi. Previamente la directora pidió salir del escenario a la tuba, como antes había hecho con el clarinete, puesto que estos instrumentos no existían en aquella época.

Las familias “se enfrentan”

Con la llegada del barroco, llegó el desarrollo y esplendor de los instrumentos de cuerda. A unos instrumentos, según sus características, se les asignaba la melodía principal, a otros el relleno y a otros, el bajo continuo, que sustentaba todo el edificio sonoro.  Fue el momento de escuchar la “Marcha para la ceremonia de los turcos” de El burgués gentilhombre de J B. Lully. Silvia Sanz explicó como la técnica de la policoralidad, de coros enfrentados, nacida en la catedral de San Marcos de Venecia se traslada a la orquesta y las familias instrumentales “se enfrentaban” entre ellas musicalmente, cada una de ellas con la estructura de melodía, relleno y bajo. Entonces le tocó el turno a J. S. Bach con el inicio del Concierto de Brandenburgo nº 1.

Mejor en pareja

La policoralidad desaparece con la llegada del clasicismo. Los instrumentos de viento madera comienzan a organizarse por parejas (2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes y 2 fagotes). Un buen momento para escuchar el comienzo de la Sinfonía nº 40 de W. A. Mozart y explicar cómo con el final del clasicismo y el romanticismo la formación de la orquesta se estandariza y evoluciona hasta lo que hoy conocemos con orquesta sinfónica. Al mismo tiempo, comenzaron a utilizarse técnicas instrumentales para lograr nuevos efectos sonoros.

Momento Beethoven

En un recorrido por la evolución de la orquesta y de los instrumentos, tenían que estar también  las sinfonías de L. van Beethoven. En su época los instrumentos de viento metal solo podían tocar determinadas notas y para su Sinfonía n.º 3 “Heróica” ideó una melodía en forma de arpegio que pudiera pasar por cualquier instrumento de la orquesta, incluidas trompas y trompetas.  En aquella época creció también la familia de la percusión con la utilización más frecuente de instrumentos como los platillos, el bombo o el triángulo. Otro ejemplo para el caso fueron unos compases del tempo alla marcia del cuarto movimiento de la Sinfonía n.º 9 de Beethoven.

Sonoridades y estilos

El desarrollo técnico de los instrumentos, especialmente los de viento, ofreció muchas más posibilidades creativas a los compositores a la hora de orquestar. En este punto, Silvia Sanz se centró en la orquesta de tradición francesa, más delicada, con mayor atención a sonoridades como las del arpa y la familia de viento madera; y la orquesta alemana, una gran formación en la que el viento metal tiene mucha importancia. Para comparar, el público pudo escuchar unos compases de dos obras de estilo muy diferente: la Pavana para una infanta difunta de M. Ravel y la Cabalgata de las valquirias de R. Wagner.

Componer y orquestar

Los compositores escriben las notas, pero “hay que ponerles un traje dependiendo de la ocasión”, explicó Silvia Sanz. Además de crear las melodías, armonías, ritmo y forma de la obra, tienen que decidir los instrumentos que hacen cada tema y cómo van a dialogar entre sí. Una buena orquestación, según la directora, se fundamenta en que “todo brille y encaje al 100%” y, como ejemplo, qué mejor que el Capricho español de N. Rimski Kórsakov. Silvia Sanz lo desmenuzó: una melodía principal para los trombones, otra secundaria para los violines, un primer ritmo español para viento madera, otro segundo para trompetas y timbal, y los instrumentos de percusión que dan el sabor de la danza española. Primero, escuchamos todo por separado y finalmente el resultado final.

La percusión también toca melodías

Después de la alegre sonoridad del Capricho español, fue el turno de la percusión, a la que ya en el siglo XX se le ha dado un papel más protagonista. Se interpretó entonces la popular Danza del sable de A. Kachaturián. La melodía suena en el xilófono a gran velocidad, lo que da gran espectacularidad a la pieza. De hecho, el sonido resulta tan llamativo y singular que hubo movimiento en el público para localizar a la percusionista en el fondo del escenario. La verdad es que la primera parte del concierto fue una ocasión, no solo para escuchar pasajes de obras fundamentales de la Historia de la Música, sino también para disfrutar, en distintos momentos, de preciosos solos instrumentales a cargo de los profesores de la Orquesta Metropolitana de Madrid, desde el arpa al contrabajo, la tuba o el fagot pasando por los instrumentos de cuerda

Cada instrumento tiene su atractivo

Fue una manera de acercarse a la personalidad de cada instrumento y a su evolución. Como explicó Silvia Sanz, en la época de Mozart, entusiasta del incipiente clarinete, nadie hubiera pensado que este instrumento pudiera tocar una melodía como la creada por G. Gershwin para su Rhapsody in blue. Dos obras muy diferentes pusieron fin a la primera parte: el vals de La bella durmiente de P. I. Chaikovski en el que los violines llevan la melodía y el tema principal de La pantera rosa, con los instrumentos de viento a cargo de la melodía .

La hora de Britten

Y llego la segunda parte del concierto con la interpretación de una obra completa, La guía de orquesta para jóvenes, del gran compositor británico Benjamin Britten (1913-1976). La obra nació con fines didácticos pues fue en su origen la música para un documental sobre los instrumentos de la orquesta que se estrenó en 1946. La composición resultó ser mucho más que una obra meramente ilustrativa sobre los instrumentos musicales. Britten demostró su gran destreza como orquestador y pronto comenzó a interpretarse en salas de conciertos como obra instrumental independiente.

Variaciones sobre un tema de Purcell

La guía de orquesta para jóvenes se subtitula Variaciones y fuga sobre un tema de Purcell. Y es que Britten admiraba a este gran compositor británico del siglo XVII y le dedicó varias obras. El conocido tema procede de la música incidental que Purcell compuso para una obra de teatro en 1695, el mismo año en el que murió. La obra se titulaba Abdelazar, de la escritora Aphra Behn (1640-1689). Como curiosidad, cabría decir que esta autora fue la primera escritora profesional de la literatura inglesa. A partir de este tema musical, Britten construye un excelente conjunto de variaciones. En primer lugar presenta el tema, un rondó, con todo el conjunto orquestal. A continuación, se suceden las variaciones por las que van pasando los instrumentos de cada familia en orden de más agudo a más grave. La obra concluye con una sensacional fuga en la que participa toda la orquesta.

Aprender, siempre aprender

Aprender a disfrutar aún más de la música es el objetivo de conciertos como los del Ciclo Batuta. Para ello se ha pensado en un formato que pueda ser compartido por público de diferentes edades. En este sentido, fue un acierto escoger a Britten, muy a favor de componer música con fines didácticos. Este gran músico pensaba que “aprender es como remar contra corriente: en cuanto se deja, se retrocede”.  Britten declaró en un discurso que, como artista, quería servir a la comunidad. “Me encanta -explicaba- componer obras para ocasiones especiales, música para niños o profanos, música para películas, o para el teatro o la radiodifusión británica, e intento siempre llenar estos estrechos tubos con mi mejor vino”.  Así lo hizo en la fantástica Guía de orquesta para jóvenes.

El público, parte de la orquesta

El concierto llegó a su fin, pero Silvia Sanz pensó que faltaba una familia de instrumentos. Se refería al público, que tuvo así la posibilidad de participar en una divertida obra musical, el Jonsui Jazz de Alejandro Vivas. La directora dividió a los espectadores por secciones: estornudos desde un lateral; aplausos y bravos desde el otro; un “bieeen” desde el primer anfiteatro; el grito de “¡otra, otra!” desde la parte posterior del patio de butacas, y apertura de caramelos en papeles de celofán en las primeras filas. Cada intervención tenía su propia estructura rítmica. Un pequeño ensayo por partes y el público estuvo listo para unirse a la Orquesta Metropolitana. Una divertida despedida que tuvo como remate la famosa marcha de la película El puente sobre el río Kwai. Esta vez el público dio palmas y silbó, y mucho, pero estaba en la partitura.  

Próxima cita

Habrá un segundo concierto del Ciclo Batuta. Será el sábado 24 de febrero a las 19:30 y lleva por título Música en la corte. Silvia Sanz Torre nos propone un viaje musical en el tiempo a través de la música que se ha escuchado en las cortes europeas a través de los siglos y que ahora se interpreta en las salas de conciertos. Un apasionante recorrido que se iniciará con las suites de danzas cortesanas con sus estilos y ritmos diferentes. Además, se interpretará la Música para los reales fuegos artificiales de G. F. Händel, un encargo del rey el Jorge II de Gran Bretaña para celebrar la firma del Tratado de Aquisgrán en 1749. Será una oportunidad para aprender a escuchar la obra y conocer todas las curiosidades y anécdotas de su estreno.