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«La dificultad de Un Réquiem alemán reside en la densidad de la obra, la cantidad de detalles que necesito transmitir al coro y a la orquesta y conseguir que todo lo que está en la partitura llegue al público a través de la interpretación».

El próximo sábado 25 de mayo a las 19:30 la Orquesta Metropolitana de Madrid, el Coro Talía y su directora titular Silvia Sanz, interpretarán en el Auditorio Nacional Un réquiem alemán de Johannes Brahms en el tercer concierto del Ciclo Sinfónico Coral. A las formaciones del Grupo Talía se sumarán las voces solistas de Paloma Friedhoff (soprano) y David Oller (barítono). Se trata de una obra clave en la historia del Grupo Talía, que la grabó en vivo en el Auditorio Nacional de Música el 21 de mayo de 2011 con motivo del XV aniversario del Coro Talía. Con aquel concierto nació la Orquesta Metropolitana de Madrid. A partir de entonces el Grupo Talía contó con su propia formación sinfónica e inauguró su propio ciclo de abono en el Auditorio Nacional en la Temporada 2011-2012.  En la actualidad, orquesta y coro ofrecen su XII Ciclo Sintónico Coral en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Su directora titular, Silvia Sanz, nos cuenta cómo afronta una obra tan exigente como Un réquiem alemán.

La directora de orquesta Silvia Sanz durante uno de sus conciertos en el Auditorio Nacional

Una obra que infunde mucho respeto

Incluir Ein deutsches Requiem op. 45 de Johannes Brahms en la temporada no es una decisión fácil. ¿Qué se pasa por la cabeza de Silvia Sanz cuando piensa en dirigir Un réquiem alemán?

Mucho, mucho respeto. Es de esas obras que hay que pensarlo dos veces antes de programarla.

¿Era el momento para volver hacerla?

El Réquiem alemán fue una de las obras que trabajé muy detalladamente en Alemania en mi época de estudiante. Después de muchos años me lancé a programarla como la pieza que suponía la presentación oficial de la Orquesta Metropolitana de Madrid en el año 2011. Aunque mi intención era haberla interpretado de nuevo como X aniversario de la orquesta y XXV aniversario del coro que celebrábamos en 2021, tuvimos que retrasarla por problemas con el aforo en los conciertos y la imposibilidad de hacerla con los efectivos orquestales y corales que son deseables. Ahora es el momento perfecto para disfrutarla de nuevo.

Silvia Sanz y la Metropolitana durante de los ensayos de Un réquiem alemán de Brahms en la sede del Grupo Talía

Todo lo que está en la partitura debe llegar al público

Interpretar esta obra, entre las mejores de Brahms y una de las más destacadas de la música sacra, es siempre un reto por su dimensión, su densidad, su significación, su complejidad y su dificultad. ¿Es un reto para Silvia Sanz como directora?

Por supuesto. La dificultad del Réquiem reside en la densidad de la obra, la cantidad de detalles que necesito transmitir al coro y a la orquesta y conseguir que todo lo que está en la partitura llegue al público a través de la interpretación.

Pero también es un reto para el coro, orquesta y solistas

También. Vocalmente es una obra muy dura. El coro no para de cantar en los casi 80 minutos que dura. A la tensión de mantener la afinación, sobre todo en notas agudas, se une la dificultad de las partes fugadas para conseguir captar claramente cada entrada. Y no olvidemos que emocionalmente la obra es muy densa. Y en cuanto a la orquesta, el empaste de cuerda y viento debe ser perfecto. Aunque el coro tiene un protagonismo evidente, la orquesta es la responsable de la estabilidad de las voces. La función de la orquesta aquí no es el mero acompañamiento del coro o de los solistas. Y en cuanto a los solistas, también es un reto su interpretación, pues en cada palabra la música está diciéndolo todo.

El Coro Talía en sus ensayos de Un réquiem alemán

Nunca una misma obra es igual cuando vuelve a afrontarse

¿Será un réquiem diferente al de 2011? ¿Qué elementos influyen a la hora de abordar una misma obra en diferentes momentos de carrera musical?

Nunca una misma obra es igual. Muchas cosas han cambiado: la orquesta está completamente afianzada, el coro también ha evolucionado y yo tampoco soy la misma. A pesar de que la interpretación puede ser similar, las pérdidas personales que he vivido o la madurez musical que he ido adquiriendo me han hecho reflexionar sobre la obra de otra forma.

¿Cuáles son para Silvia Sanz los momentos claves del Réquiem y los que más le emocionan?

Todo está tan hilado y perfectamente escrito que es difícil elegir. Hay un momento en el que podría quedarme eternamente: la primera entrada del coro con las palabras “Selig sind…” (Bienaventurados…). Y no digo la frase entera sino únicamente esos 3 compases.

¿Hay alguna versión por la que como directora sienta alguna predilección?

He escuchado muchas, pero cuando una obra la estudias tanto y la tienes tan trabajada nunca se encuentra una versión que tenga todos los detalles que yo quiero sacar. Seguramente ni siquiera la mía me parecería perfecta dentro de unos años.

El concierto tendrá lugar el sábado 25 de marzo a las 19:30 en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música y contará con la participación de dos jóvenes y destacados solistas: Paloma Friedhoff (soprano) y David Oller (barítono). Las entradas, desde 16 euros y con descuentos para jóvenes menores de 30 años, están disponibles en grupotalia.org.