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Sábado 16 de marzo a las 22:30 en la Sala Sinfónica, tercer concierto del Ciclo Sinfónico-Coral del Grupo Talía
Además, el Coro Talía interpretará la obra del gran compositor británico Vaughan Williams, In Windsor Forest, una deliciosa cantata inspirada en la comedia Las alegres comadres de Windsor de Shakespeare, por primera vez en el Auditorio Nacional

La gran Sinfonía fantástica, de Hector Berlioz, será el plato fuerte del próximo concierto de la temporada del Grupo Talía en el Auditorio Nacional de Música. La cita es el próximo sábado 16 de marzo a las 22:30 en la Sala Sinfónica. Además, la directora de orquesta Silvia Sanz, al frente de la Orquesta Metropolitana de Madrid y del Coro Talía, descubrirá al público In Windsor Forest, del compositor británico Ralph Vaughan Williams. Será la primera vez que esta deliciosa cantata, inspirada en Shakespeare, se interprete en el Auditorio Nacional.

Las entradas, desde 17 €, según zonas, y con descuentos para jóvenes hasta 30 años, están disponibles en grupotalia.koobin.com.

Shakespeare inspirador

Las obras de William Shakespeare han inspirado a muchos compositores. La suite coral In Windsor Forest (En el bosque de Windsor), del británico Vaughan Williams, es una adaptación como cantata de varios episodios de su ópera Sir John in Love, basada a su vez en la comedia de Shakespeare Las alegres comadres de Windsor. Sin embargo, la relación de la Sinfonía fantástica de Berlioz con el gran escritor es más indirecta, pero existe. A los 23 años Berlioz asistió a una representación de Hamlet y se enamoró perdidamente de la actriz que interpretaba a Ofelia. Se llamaba Harriet Smithson. La actriz, que en un primer momento lo rechazó, se convirtió en la musa de la sinfonía.

William Shakespeare

Una sinfonia fantástica

La Sinfonía fantástica se estrenó el 5 de diciembre de 1830 y se encuentra entre las obras más importantes del romanticismo temprano. Subtitulada Episodio de una vida de artista en cinco partes, fue una obra innovadora y revolucionaria. La música nos describe las visiones y sueños de un artista que, ofuscado por un rechazo amoroso, recurre al opio y llega a contemplar su propia muerte. El héroe protagonista representa al propio compositor. 

Retrato de Hector Berlioz en su juventud

Ensueños, opio y alucinaciones

La sinfonía consta de cinco movimientos. En el primero, Sueños y pasiones, imagina a la mujer amada y pasa de la melancolía y la ternura a la pasión delirante y la furia. En el segundo, Un baile, resurge la imagen de la amada a ritmo de vals. El tercero, Escena en el campo, evoca la Sinfonía pastoral de Beethoven. En el cuarto movimiento, titulado Marcha al cadalso, el artista, convencido del rechazo de la amada, recurre al opio, sueña que ha matado a su amada y es condenado a muerte. En el quinto y último movimiento, Sueño de una noche de Sabbat, se ve en un aquelarre y presencia su propio funeral rodeado de brujas y monstruos.

Goya. Aguafuerte. El sueño de la razón produce monstruos

Leonard Bernstein sobre la Sinfonía fantástica

El gran compositor y director de orquesta norteamericano Leonard Bernstein describió la Sinfonía fantástica como la primera expedición musical a la psicodelia. Lo dijo por el carácter soñador y alucinatorio de la obra y porque la historia sugiere que Berlioz compuso, al menos una parte, bajo los efectos del opio. Según Bernstein, “Berlioz lo cuenta tal y como es. Haces un viaje, y terminas gritando en tu propio funeral”.

En la sinfonía, Berlioz contempla su propia muerte y funeral

Berlioz, un romántico hasta la médula

Hector Berlioz (1803-1869) fue un romántico por excelencia, tanto por su carácter como por su obra y personalidad artística. Como compositor fue muy original, innovador y apasionado, aunque no fue profeta en su tierra. Su vida y sus creaciones hicieron frente a las reglas y convenciones musicales de la época. Impulsó la música programática, que, como en la Sinfonía fantástica, evoca imágenes o ideas, nos cuenta una historia o representa una escena. Sus obras destacan por la riqueza orquestal, las acertadas combinaciones tímbricas y los efectos sonoros. Berlioz plasmó todos estos hallazgos en un Tratado de instrumentación y orquestación.

Berlioz caricaturizado por sus obras para gran número de instrumentos

Poder disfrutar de Vaughan Williams

El público que acuda al concierto tendrá la posibilidad de descubrir una deliciosa cantata: In Windsor Forest (En el bosque de Windsor), del músico británico Ralph Vaughan Williams (1872-1958). Además, es la primera vez que esta obra se interpreta en el Auditorio Nacional. Vaughan Williams fue un prolífico compositor. A lo largo de 60 años compuso gran número de obras instrumentales, entre ellas, nueve sinfonías, además de ópera, ballet y mucha música vocal. Pensaba que la voz era el mejor medio para expresar la emoción humana.

El compositor británico Ralph Vaughan Williams dirigiendo

Admirador de Shakespeare

El amor de Vaughan Williams por la literatura está presente en su música vocal. Admiraba profundamente a Shakespeare, que inspiró algunas de sus obras. Una de ellas fue la ópera Sir John in Love (1929), basada en la comedia Las alegres comadres de Windsor. Uno de los protagonistas es John Falstaff. Este personaje pendenciero y aprovechado llega a Windsor sin dinero y, para conseguirlo, decide cortejar a dos mujeres casadas a las que escribe cartas de amor idénticas. Con enredos y tramas amorosas de por medio, Falstaff será objeto de los escarmientos urdidos por esposas y maridos. Esta comedia inspiró también óperas de Salieri, Nicolai y Verdi.

Una escena de Las alegres comadres de Windsor

En el bosque de Windsor

Unos años después, en 1931, Vaughan Williams reformuló algunos números de la ópera Sir John in Love para crear la cantata In Windsor Forest. El propósito de esta adaptación fue, según sus propias palabras, hacer llegar al público “las ciruelas y no el pastel”. La obra consta de cinco números corales de distinto carácter. Hay humor, chanzas, juego, amor y ternura. Cada uno de estos movimientos nos sitúa en distintos episodios de la comedia: “La conspiración”, “Canción para beber”, “Falstaff y las hadas” y “Coro Nupcial”. El “Epílogo”, con su conclusión, nos remite a palabras del propio Shakespeare: “El mundo es solo teatro”.

Falstaff corteja a dos mujeres casadas y ellas traman un escarmiento